cómic adulto

SURGE EL CÓMIC PARA ADULTOS

En tanto en la vieja Europa las obras de Los Humanoides Asociados hacían germinar en el mercado francés la semilla del cómic para lectores adultos, en Estados Unidos se afianzaba el comic underground. Al mismo tiempo, en otros países esa nueva forma de hacer cómic también encuentra su réplica.

Ello gracias al trabajo de autores que crean y conciben su obra a partir de presupuestos artísticos y comerciales diferentes a los que habían imperado hasta entonces.

El mercado más importante en ese aspecto fue Italia, país que contaba ya con una sólida tradición de fumetti para niños y jóvenes.

LINUS, LA NOVEDAD EN ITALIA

En 1965, Giovanni Gandini funda la revista Linus, replicando a las revistas francesas, en un país en el que el formato más popular era el cuadernillo. En Linus empiezan a publicarse historietas de prensa estadounidenses, estudios teóricos sobre el cómic — alguno a cargo de Umberto Eco — y obras de autores italianos de incuestionable importancia histórica, tales como las adaptaciones literarias de Dino Battaglia.

VALENTINA, EL PRIMER SÍMBOLO SEXUAL DEL CÓMIC

Uno de los autores más destacados fue Guido Crepax, un autor de trazo elegante y estético, que en 1963 publica la serie Neutrón, un superhéroe acompañado por una joven de nombre Valentina, como personaje secundario.

Tal vez sin que el mismo autor lo haya planeado así, poco a poco el atractivo y potencial del personaje femenino la van convirtiendo en la protagonista absoluta de las historias. Es así como las historias clásicas de género van dando paso a otras más experimentales, centradas en la fértil imaginación de Valentina, volcada en un erotismo muy atrevido para la época.

Las secuencias oníricas y las sofisticadas fantasías sexuales de la historieta se apoyan en composiciones de página experimentales que van situando a Valentina en la cumbre de los iconos del cómic europeo.

Catalogada como una mujer liberada sexualmente, a pesar de que muchas de las situaciones que afrontaba le valieran a Crepax críticas feministas, la personalidad de Valentina es compleja. No obstante, alcanza un éxito total, lo cual lleva a su autor a especializarse en el género erótico y a crear otras heroínas, como Bianca; también adaptó obras como Historia de O.

Su último cómic, en 2002, un año antes de su muerte, fue una adaptación de Frankenstein.

HUGO PRATT Y CORTO MALTESSE

Otro artista destacado del cómic, y quien posiblemente sea el autor italiano más importante de la historia, es Hugo Pratt. En su juventud, en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, comienza a interesarse en el dibujo, y en una larga estancia en Argentina dibuja importantes series sobre guiones de Héctor Germán Oesterheld, un autor destacado en el medio argentino. Pero es hasta su vuelta a Italia cuando crea a Corto Maltesse (Corto Maltés), su personaje más importante. Es éste un aventurero cínico y melancólico que vivirá innumerables aventuras situadas en las primeras décadas del Siglo XX.

Las influencias literarias de Pratt, especialmente el realismo mágico, dotan a las aventuras de Corto de un tono diferente a otras series de aventuras de la época, y de un calado más profundo, lo cual la convierte en serie de culto, especialmente durante los años setenta, cuando llama la atención de muchos intelectuales.

Quizás debido a la calidad del dibujo, al tono reflexivo o a la influencia literaria de su autor, pero lo cierto es que Corto Maltesse llega a ser una de las series de autor más importantes de Europa.

Pratt se convierte a su vez en una celebridad admirada en todo el mundo, cuya obra maestra posiblemente sea la primera historia de Corto: La balada del mar salado.

OTROS TEBEOS Y AUTORES DESTACABLES

Otra serie icónica en la modalidad del cómic adulto es Diabolik, un tebeo de serie B creado por Angela y Luciana Giussani. Aparece en 1962 y presenta a un genio del mal en sus sucesivos golpes criminales.

Diabolik utiliza los más modernos descubrimientos de la electrónica y de la medicina; y si a eso se añaden su audacia, su astucia y una envidiable agilidad de acróbata, resulta una serie llena de intriga, con relatos emocionantes y sorpresas sin fin.

La serie llegó a ser una de las más famosas de los años 60; recoge la tradición del pulp y de los cómics de Bonelli y le añade altas dosis de violencia — poco comunes en esa época —, con lo cual, consigue un gran éxito, hasta el punto de que hoy en día se siguen publicando sus aventuras.

Y terminamos mencionando a Sergio Toppi, un dibujante e ilustrador de estilo súper detallado y realista, que alcanzó la madurez como artista en la década de los ochenta. Sus historias, de ambientación histórica, recorrieron el espacio y el tiempo, desde las estepas habitadas por los indios americanos hasta la Rusia de los zares.

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