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EL COMIC EN SUS ORÍGENES – LA EDAD DE ORO DEL MANGA

La tradición del manga japonés

En paralelo con el nacimiento del comic book estadounidense, en el lejano oriente florecía y se desarrollaba el manga, una modalidad de historieta propia y muy particular de la cultura japonesa. El término “manga” quiere decir “dibujo involuntario o grotesco”. Se debe al pintor Katsushika Hokusai, cuando dio a conocer en 1814 una colección de dibujos satíricos de su creación, a la cual llamó Hokusai Manga. Sin embargo, en la cultura japonesa el origen real del manga se halla en su tradición pictórica y visual de profundas raíces. Prueba de ello es que ya desde el Siglo XI se elaboraban imágenes humorísticas con animales (muchas de ellas incluso hoy se antojarían modernas), a las cuales se daba el nombre de “chôjûgiga”.
hokusaiCon su publicación, Hokusai se convirtió de algún modo en el estandarte del manga y sus dibujos tuvieron y siguen teniendo una gran influencia en muchos creadores japoneses. Las bases del manga radican en la tradición japonesa y con ello su lenguaje narrativo es muy diferente al occidental, empezando por el orden de lectura inverso; cuenta además con recursos muy particulares, como las líneas cinéticas, la deformación de las figuras, o el llamado efecto de máscara, mediante el cual se colocan personajes caricaturescos en escenarios realistas.

Influencia de las revistas satíricas

Otro hito importante en el desarrollo del manga, al cual muchos consideran como un segundo origen, fue la publicación de la revista satírica Japan Punch en 1862. La publicación de la revista fue posible por la apertura cultural de la Era Meiji. Se realizó por iniciativa de Charles Wirgman, un inglés residente en Japón, y se inspiraba en la inglesa Punch. Veinticinco años después apareció otra publicación editada por un extranjero, Toba-e. Aunque esas revistas fueron concebidas y estaban dirigidas a un público extranjero, influyeron a muchos artistas japoneses del momento y de ellas el manga imitó sus primeros formatos.
Rakuten Kitazawa, el primer autor de manga contemporáneo, es quien recupera el término manga utilizado un siglo antes por Hokusai y publica la primera historieta japonesa con personajes fijos: Tagosaku to Mokubê no Tôkyô Kembutsu (El viaje a Tokyo de Tagosaku y Mokubê).
Curiosamente, las dos modalidades del cómic, la occidental y la oriental, empiezan a desarrollarse casi en paralelo. El manga moderno empezó a dar sus primeros pasos al mismo tiempo que tiene lugar el estallido del cómic en la prensa estadounidense. Debido a ello, los artistas del incipiente manga toman nota y se dejan influir del novedoso caudal de recursos, estilos y géneros que surgen en occidente. Es así como, años antes de la Segunda Guerra Mundial, empiezan a aparecer en el Japón cómics para muchachos jóvenes (shônen manga), para chicas (shôjo manga), para niños pequeños (yônen manga) y para adultos (seinen manga).
Algunas de las primeras series del manga obtienen gran éxito y marcan la tendencia a seguir. Una de las primeras fue Shô-chan no Bôken (Las aventuras de Shô-chan), de Oda Shôsei y Katsuichi Kabashima, una historieta que contaba las aventuras de un niño y su ardilla mascota. Pero quizás la más significativa fue Norakuro, de Suihô Tagawa, la cual trataba con humor infantil las andanzas de un perro que se enrola en el ejército japonés.
Fue tal su influencia que, cuando tuvo lugar la guerra de Japón contra China, las autoridades trataron de darle un cariz propagandístico, presionando para que mostrara al protagonista luchando contra el ejército chino, representado como cerdos.

La edad de oro y el dios manga

Si bien, la Segunda Guerra Mundial devastó la economía japonesa, dando al traste con la todavía pequeña industria del manga, después de la contienda empezará vivir su auténtica edad de oro.  Pronto se convertiría en el entretenimiento popular por excelencia. Se debió en parte a que en esos años surgieron muchas editoriales dedicadas a producir manga de alquiler (el kashibon), para lo cual, contrataban autores mal pagados que trabajaban hasta el agotamiento todos los días de la semana. El kashibon estaba destinado a una población herida por la guerra, deseosa de evadirse y pasar un buen rato y era accesible a todo el mundo por su bajo precio. Así, las cifras de ventas llegaron a ser de millones de ejemplares a la semana.
En este escenario aparece la figura más importante de la historia del manga: Osamu Tezuka, a quien algunos en Japón llaman el dios del manga, pues revolucionó la manera en la que se hacían tebeos tras la Segunda Guerra Mundial. Su impacto en los autores contemporáneos fue tal, que muy pronto muchos empezaron a dibujar manga a la manera de Tezuka, imitando su estilo y adoptando sus recursos. Tezuka publicó su primera obra larga en 1946, con apenas dieciocho años de edad.
Con el título de Shin Takarajima (La nueva isla del tesoro), la historieta fue publicada en formato de libro y constaba de doscientas páginas. En ella Tezuka vuelca sus dos pasiones: la animación y el interés por el cómic occidental.
La obra está llena de ideas revolucionarias, que nunca antes se habían visto en el manga, sobre todo en lo que respecta a la secuenciación de planos y a la narrativa. El estilo de Tezuka, increíblemente dinámico, se convirtió en el canon del manga a partir de entonces. Los llamativos ojos enormes que plasmó por primera vez en esa historia, los tomó de las películas de Disney, que tanto le gustaban.
Tezuka publicó después mucho material para las más importantes editoriales de Japón. En sus obras, dirigidas a un público infantil y juvenil, resaltan los valores positivos y el gran optimismo del autor. Algunas de sus creaciones fueron: Lost World (Mundo perdido), Jungle Taitei (Kimba, el león blanco) — inspiración no reconocida en El Rey León de Disney—, una de sus creaciones más populares, Astro Boy, o su obra más extensa, Hi-No-Tori (Fénix), iniciada en 1954.
Con la obra de Tezuka, la industria del manga vive sus mejores épocas en Japón y bajo su influencia surgen infinidad de autores que llegaron a convertirse en discípulos destacados del dios del manga japonés. Hablaremos de ello más adelante.
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